Sinopsis
Maetel abandonó a su madre y su planeta natal, La Metal, condenado y congelado, donde la gente debe convertirse en cyborgs para sobrevivir. Cuando se le pide que regrese, sus opciones parecen escasas: seguir el camino de su madre (y con él una mente robótica y el desprecio de todos los humanos), o huir y luchar con los humanos contra las máquinas. Sin embargo, no le faltan camaradas ni defensores. Si puede aceptar la amistad de los seres de metal que desean la paz y oponerse a los que creen que ser de carne y hueso es suficiente para ser humano, puede que aún tenga una oportunidad de encontrar su propio camino.
¿Cómo puedo verlo?
Episodios: 13
En España nunca hubo versión DVD ni de ningún tipo. Tuve hace tiempo una versión DVD con subs en francés que desgraciadamente vendí. Así que solo me queda recomendaros buscar la versión que sacó Frozen Layer Fansub en el año 2008. No es difícil de encontrar si buscáis un poquito.
A partir de aquí viene el análisis y las impresiones de Space Symphony Maetel. Ni que decir tiene que hay SPOILERS. Leedlo tras el visionado.
«Algún día regresaréis para matarme», sentenció La Andromeda Promethium II a sus hijas y ese día ha llegado cual tétrica premonición.
Space Symphony Maetel entronca directamente con Maetel Legend y sirve, como su precuela, de pegamento para todo el Leijiverso y el pistoletazo de salida de la saga de Ginga Tetsudou 999 (aunque antes haremos otras paradas).
La actitud de las hermanas
Ambas reciben un mensaje en el que la reina las insta a volver a La Metal porque ha vuelto a ser humana. Este es el cebo que les lanza y la que pica primeramente es Maetel, ya que Emeraldas se muestra mucho más hostil e incrédula. Aun así, Maetel se convence de que su madre ha vuelto y acepta ser su sucesora en La Metal. Como muestra de su convencimiento, le traspasan todos los recuerdos y conocimientos de La Andromeda Promethium II a través de una máquina, haciéndonos creer que Maetel ha caído en sus garras. Como era de esperar, la reina solo quiere continuar su proceso de mecanización del universo y usa clones de ella misma para simular su humanidad. Dentro de Maetel, se libra una batalla contra los recuerdos de su madre humana y el oscuro destino que les quiere endosar y a su vez una lucha contra su hermana, que intenta convencerla de que es un farsa. Al final, Maetel entra en razón y junto con su hermana destruyen a la reina atravesándola con sendas espadas y usando la sangre de Maetel para reducirla a polvo.
«Algún día regresaréis para matarme». ¿Lo consiguen de verdad? Evidentemente, no. La Andromeda Promethium sigue apareciendo en sus peores pesadillas y sigue replicándose y reconstruyéndose. Esta vez en una especie de Estrella de la Muerte que deben destruir con la ayuda de Harlock, Tochiro y Nazca.
Nazca, otro niño coraje
En el 999, Maetel conoce a Nazca. Un niño muy habilidoso reparando máquinas y cuya intención es matar a la reina por haber mecanizado a su amiga Mel. Estas habilidades me recuerdan a los niños de Kasei Ryodan DNA Sights 999.9, que desarrollan habilidades especiales para que la humanidad pueda seguir desarrollándose.
Nazca se caracteriza por su compromiso y por nunca bajar los brazos. Esto le dará el coraje para convertirse en la pieza clave (literalmente se convierte en tornillo) para destruir el planeta que estaba construyendo La Andromeda Promethium. Tras varios intentos fallidos de destrucción por parte de Harlock y Emeraldas, llegan a la única conclusión posible: convertirse en una pieza usando a un humano. Esto ya se propone en las OVAs de Maetel Legend, en las que Hardgear espeta que los humanos que están abandonando la Tierra en busca de nuevos horizontes se podrán usar para construir piezas clave del planeta para mecanizarlo.
Así asistimos a un sacrificio más y a otra muesca en el corazón de Maetel.
Los amigos no te abandonan
Aparecen por primera vez los personajes de Harlock y Tochiro a bordo de la Death Shadow, la precursora de la Arcadia. Acompañan a Maetel a La Metal y se convertirán en aliados necesarios para que la misión de destruir (o intentarlo) a La Andrómeda Promethium II llegue a buen puerto.
Aquí ya se intuye el buen rollo entre Tochiro y Emeraldas y, cómo no, la buena relación de Tochiro y Harlock, aunque en esta parte se les ve faltos de experiencia, que no de valentía y arrojo.
Las relaciones entre máquina y humano
Desde un primer momento se trata el tema de la relación entre hombre y máquina. Como en muchos aspectos de la vida, no hace falta posicionarse en un lado y otro, sino que se puede llegar a un término medio. Esto es lo que intenta hacernos ver Nazca cuando repara a Rampa, el robot que enseguida lo llama «amo», pero que Nazca insiste en que le llame «amigo». Otro ejemplo es el de la mecanoide Arina a la que salvan de morir tras la explosión del planeta. Esta, más tarde, se sacrifica cerrando las válvulas del núcleo en agradecimiento por el trato recibido. Este tema, transversal en el Leijiverso, se retomará en Cosmo Warrior Zero.
El apoyo de Larela
Otro personaje con luz propia, es Larela, la Sagrada Reina en Shin Taketori Monogatari, madre de Yayoi Yukino, actual La Andromeda Promethium. Esta vez se pone del lado de Maetel y Emeraldas y le revela el secreto de La Metal: en su interior hay otro planeta. Larela activa el mecanismo de separación que iniciará la destrucción del planeta y la creación del nuevo en el que los humanos recobrarán su libertad. Con mucho trabajo y afán, consiguen desplazarse hasta Heavy Melder donde la tan deseada primavera les espera para reconstruir su futuro.
Eterna Promethium
El nuevo cuerpo mecanizado de La Andromeda Promethium la hace muy difícil de destruir, Consigue replicarse una y otra vez y volver a las andadas.
Después de haberla ensartado y usado la sangre de Maetel para destruirla y convertirla en polvo, volverá con más fuerza enviando ataques con naves esféricas que recuerdan a los gallardetes que enviaban las Mazon a la Tierra en la serie de Uchuu Kaizo Captain Harlock. Al final, como he descrito anteriormente, consiguen destruir el planeta, pero tienen claro que algún día volverá para retomar su obsesión de mecanizar el universo entero.
El viaje eterno
«Seguiré adelante por esa vía sin fin llamada destino».
Tal es el sino de Maetel, la viajera eterna, de vagar por el universo en el 999, iniciando una de las etapas más emocionantes de la historia de Maetel. Pero en este punto, debemos hacer un desvío mientras la dejamos vagar por las vías invisibles en busca de se destino.
Opening y ending