Leijiverso

Leiji Matsumoto: Un viaje por las estrellas del manga y el anime

Leiji Matsumoto, el renombrado artista de manga y creador de anime, dejó una huella imborrable en la historia de la cultura popular japonesa. Su estilo distintivo, con sus personajes melancólicos de ojos grandes y penetrantes, sus heroínas de cabellos largos e historias que exploran temas de la vida, la muerte y la tecnología, ha cautivado a generaciones de fans en todo el mundo. En esta revisión, exploraremos la vida y obra de este maestro, desde sus orígenes humildes hasta su legado perdurable.

Orígenes y primeros trabajos

Nacido como Akira Matsumoto el 25 de enero de 1938 en Kurume, Fukuoka, Japón, Matsumoto mostró un talento precoz para el dibujo. Desde los 6 años ya plasmaba su imaginación en papel, y a los 9, inspirado por el legendario Osamu Tezuka, comenzó a crear sus propias historias de manga.

Osamu Tezuka y Leiji Matsumoto

Su infancia estuvo marcada por la Segunda Guerra Mundial, una experiencia que influiría profundamente en su visión del mundo y su obra. Su padre, un piloto de élite del ejército, le inculcó un profundo rechazo a la guerra, una lección que se reflejaría en las historias antibélicas que poblarían su universo creativo (como en The Cockpit).

A los 15 años, Matsumoto publicó su primer manga, «Mitsubachi no Bōken» («Las aventuras de una abeja»), y a los 18, con la determinación de convertirse en un artista profesional, se mudó a Tokio. En la capital, se casó con Miyako Maki, quien también era una artista de manga, en 1961.

Miyako Maki y Leiji

Comenzó su carrera en el competitivo mundo del manga, publicando inicialmente historias para chicas, un género en el que Osamu Tezuka ya era una figura dominante. Sin embargo, su gran oportunidad llegó en 1971 con «Otoko Oidon«, una serie que narraba la vida de un joven estudiante que se preparaba para los exámenes de ingreso a la universidad 2. El éxito de «Otoko Oidon» le permitió a Matsumoto explorar otros géneros y desarrollar su propio estilo. Años más tarde, en 2019, Matsumoto sufriría un problema respiratorio grave que lo llevó al hospital en estado crítico durante una visita a Turín. Afortunadamente, se recuperó y pudo continuar con su trabajo.

Influencias

Si bien Osamu Tezuka fue una inspiración temprana para Matsumoto, su estilo también se nutrió de diversas fuentes. Desde su infancia, se sintió atraído por la animación estadounidense, especialmente por las obras de Disney y Max Fleischer. Películas como «Blancanieves y los siete enanitos» y «Los viajes de Gulliver» dejaron una huella en su imaginación, al igual que las heroínas de películas europeas de la década de 1950, quienes inspiraron la creación de sus icónicos personajes femeninos. Esta mezcla de influencias occidentales y japonesas contribuyó a la singularidad de su obra.

El nacimiento de un universo: Yamato, Harlock y 999

La década de 1970 marcó un punto de inflexión en la carrera de Matsumoto. En 1974, se involucró en la creación de «Uchuu Senkan Yamato«, una serie que revolucionaría el anime de ciencia ficción. Aunque la idea original no fue suya, Matsumoto contribuyó significativamente al diseño conceptual y la estética de la serie, que se convertiría en un fenómeno cultural en Japón. «Yamato» narraba la historia de la tripulación de una nave espacial construida a partir de los restos del acorazado Yamato de la Segunda Guerra Mundial, en una misión desesperada para salvar a la Tierra de la destrucción. La serie exploraba temas de guerra, sacrificio y esperanza, con un estilo visual que combinaba elementos retrofuturistas con una estética de space opera influenciada por la ópera de Wagner.

Más allá de su trama de ciencia ficción, «Yamato» puede interpretarse como una metáfora de la lucha de Japón en la posguerra. La Tierra devastada por la guerra y la necesidad de reconstruir la sociedad resonaban con la experiencia de Japón tras la Segunda Guerra Mundial 6. El uso del acorazado Yamato como base para la nave espacial también es simbólico, representando la transformación del pasado militarista de Japón en un futuro de esperanza y exploración espacial.

Tras el éxito de «Yamato», Matsumoto creó dos de sus obras más icónicas: «Uchuu Kaizoku Captain Harlock» («Capitán Harlock, pirata espacial») y «Ginga Tetsudou 999» («El expreso galáctico 999»), ambas en 1977. «Capitán Harlock» presentaba a un pirata espacial solitario que luchaba por la libertad en un universo opresivo, mientras que «Galaxy Express 999» seguía el viaje de un joven que recorría la galaxia en un tren espacial en busca de un cuerpo mecanizado que le otorgara la inmortalidad. La fascinación de Matsumoto por los trenes a vapor, inspirada en la novela «Night on the Galactic Railroad» de Kenji Miyazawa, se plasmó en esta obra. Estas dos series, junto con «Yamato», sentaron las bases del «Leijiverso», un universo interconectado donde personajes e historias se cruzaban a través del tiempo y el espacio. Tras el éxito de estas series, Matsumoto fue galardonado con el Premio Shogakukan Manga en la categoría shōnen por «Galaxy Express 999» y «Senjo Manga Series».

Un estilo único: Romanticismo, melancolía y añoranza

El estilo de Matsumoto se caracteriza por una combinación de romanticismo, melancolía y añoranza. Sus historias a menudo exploran temas de pérdida, sacrificio y la búsqueda de la identidad en un universo vasto e implacable. Sus personajes, tanto héroes como villanos, poseen una profundidad emocional que los hace memorables y conmovedores. Las heroínas de Matsumoto, con sus figuras esbeltas y sus cabellos largos e infinitos, se han convertido en un icono de su estilo. Inspiradas en actrices de cine francés de la década de 1950, como Marianne Hold, estas mujeres fuertes e independientes desafían las convenciones y luchan por sus ideales. Maetel, de «Galaxy Express 999», y Emeraldas, de «Queen Emeraldas», son ejemplos perfectos de este arquetipo femenino, que representa la fuerza, la independencia y la sabiduría en el universo de Matsumoto.

El estilo visual de Matsumoto también es distintivo. Sus personajes tienen rasgos angulosos y expresivos, con ojos grandes que reflejan la profundidad de sus emociones. Sus naves espaciales, a menudo inspiradas en diseños clásicos de barcos y trenes, combinan elementos retrofuturistas con una estética steampunk. Sus fondos detallados y atmosféricos crean un sentido de profundidad y escala, transportando al lector a mundos extraños y fascinantes.

El concepto de «Roman»

El concepto de «roman» (ロマン) es central en la obra de Matsumoto. Más allá del simple romanticismo, «roman» representa un ideal de heroísmo, aventura y la búsqueda de lo extraordinario. Sus personajes encarnan este ideal al enfrentarse a la adversidad, luchar por la libertad y explorar lo desconocido con valentía y determinación. El espacio, como la última frontera, se convierte en el escenario perfecto para la expresión de este «roman», donde la humanidad se enfrenta a sus límites y busca trascenderlos.

Temas recurrentes y simbolismo

A lo largo de su obra, Matsumoto explora temas recurrentes como la guerra, la muerte, la tecnología y la humanidad. La guerra, un tema profundamente personal para él debido a la experiencia de su padre en la Segunda Guerra Mundial, se presenta como una fuerza destructiva que debe evitarse a toda costa. La muerte, omnipresente en sus historias, se explora como una parte inevitable de la vida, pero también como un catalizador para el crecimiento y la transformación. La tecnología, aunque presente en forma de naves espaciales y cuerpos mecánicos, no se glorifica, sino que se cuestiona su impacto en la humanidad y la naturaleza. En última instancia, Matsumoto aboga por la importancia de la humanidad, la compasión y la conexión emocional en un universo cada vez más mecanizado.

El simbolismo también juega un papel importante en la obra de Matsumoto. El uso de trenes y barcos como naves espaciales evoca una nostalgia por el pasado y una conexión con la historia humana. Sus personajes femeninos, con sus cabellos largos e infinitos, simbolizan la fuerza, la independencia y la sabiduría. El número 9, recurrente en sus historias, representa la última etapa antes de un cambio significativo, como la transición de la juventud a la edad adulta.

Legado e influencia

Leiji Matsumoto falleció el 13 de febrero de 2023 a la edad de 85 años. Su muerte marcó la pérdida de un gigante del manga y el anime, pero su legado continúa inspirando a artistas y fans en todo el mundo. Sus obras han sido adaptadas a numerosos formatos, incluyendo películas, series de televisión, videojuegos e incluso un musical. En 1999, se erigieron en la ciudad de Tsuruga veinticuatro estatuas de bronce de personajes de «Space Battleship Yamato» y «Galaxy Express 999», cada una con una placa que explica la historia del personaje y con la firma de Matsumoto.

La influencia de Matsumoto se extiende más allá del manga y el anime. El grupo de música electrónica Daft Punk, admiradores de su obra, le encargó la creación de varios videos musicales para su álbum «Discovery». Estos videos, que incorporan elementos característicos del estilo de Matsumoto, se compilaron en la película animada «Interstella 5555: The 5tory of the 5ecret 5tar 5ystem».

Conclusión

Leiji Matsumoto fue un visionario que expandió los límites del manga y el anime. Sus historias, con sus personajes complejos, sus temas universales y su estilo visual único, han dejado una marca imborrable en la cultura popular. Su obra, impregnada de un profundo humanismo y una estética melancólica, nos invita a reflexionar sobre la vida, la muerte, la tecnología y la búsqueda de la identidad en un universo infinito. Su legado continúa vivo en sus creaciones, que siguen cautivando a nuevas generaciones de fans en todo el mundo. Como él mismo dijo: «Si ‘Space Battleship Yamato’ fue mi primaria o secundaria, entonces ‘Galaxy Express 999’ fue mi preparatoria y ‘Space Pirate Captain Harlock’ y ‘Queen Millennia’ fueron mis estudios universitarios». Esta declaración refleja la evolución de su obra y su impacto en la vida de sus lectores. Matsumoto no solo creó historias, sino que construyó un universo que continúa expandiéndose en la imaginación de sus fans.